Vi a disí una cosa que ya he dicho, pero que no me cansaré de repetí. Me parese asmirable que un señó con má de ochenta año que lo ha ganao tó en el Carnavá, que ha hecho pregonero, que tiene el respeto y el cariño de tol mundo, siga sacando de su bolígrafo copla de Carnavá. No me quito el sombrero porque no pueo, que no llevo porque no soy Del Nido, ni gana que tengo, pero si lo llevara me lo quitaría.
Si el otro día cantaron la presentasión con gusto, hoy lo han cantao con má gusto toavía y má suavito si se podía má suavito. Esto es lo que yo quiría disí ante cuando me refería a que me gustan las presentasione que son una cansión. En este caso una serenata a la Diosa y las Ninfa. Aunque, en realidá alguno de esto están pa poca serenata a piba de vente año.
Grandísima letra de primé pasodoble. Un pasodoble al beso de una mare que entra perfestamente en una música dulse y tierna como ésta. Elegante la letra, elegante la música y elegante el grupo cantándola. Al grupo no es que le falte fuersa es que no quiere cantá como cantan otro, porque su estilo es añejo, con paladá.
El segundo pasodoble es un cosqui de don Enrique a los político. La verdá que reñí con esta música se hase estraño, porque parese una música de piropo, de bellesa, de poesía y los alcalde que roban en los ayuntamiento son poco poético. Má bien son patético, pero eso es una opinión mía.
Viendo a esta comparsa me doy cuenta de cómo cambian los tiempo. Y no lo digo sólo porque este estilo ya no se lleve que ahora hay que partirse el pecho por arriba y si no, es que la comparsa no tiene fuersa. Como si la comparsa fuera un boseadó. Pero no lo digo por eso, lo digo porque ante, hase unos año, si yo biera hecho este bló del Carmelo, tol mundo se habría pensao que yo era Carmelo el de la copistería que salió con Antoñito Martin, Quiñone y Villega entre otro y que es punta de esta comparsa. Pero como pasó el tiempo, a mi me confunden con Carmelo el de la chirigota de Juan Carlo. Pero repito que no soy ni uno ni otro. Sobre tó si vení a hasé regalito como jamón o langostino. Si es pa darme un cosqui, soy cualquiera de los dó.
Los cuplese cortito, que no está la cosa como pa reirse mucho. Es una comparsa de otros tiempo pa tó. Bueno pa tó no, que hablan de la Belén Esteban y el Mira Quien Baila en el primé cuplé. El segundo a la playa nudista de Cortadura. No pasan de simpático aunque no son peore, por ejemplo, que los que ha cantao ante la comparsa de Juan Carlo.
Si digo que este es el tipo de comparsa que a mi me gusta, no soy del tó sinsero. A mi me gustan con un poquito má de chispa, con má grasia, un pelín má canalla. Disfruto con los pasodoble de esta comparsa y con la selesión musicá y la forma de cantá en el pupurrí. Esa elegansia de un caballero de la copla como don Enrique me encanta, pero yo prefiero algo con un poquito má de mordiente, con má crítica y, sobre tó con má grasia. Por eso me paresió una bendisión del sielo que aparesieran aquello boticario que ante habían sio callejero y despué fueron angelito.
Comparsa que está fuera de sitio, fuera de puesto en un concurso en el que la comparsa se ha convertio en el vosero de las pena y en el demostrativo de los efesto del Pistolín pa la garganta. Por eso, cantá tan dulse y sin tristesa. Que sí, que a estas hora a má de uno se le han pegao lo sojo, puede sé. Pero es que no hay cosa má bonita que una nana y cosa má chunga que un despertadó. ¿O no?
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