Háganme el favó de ponerse de pie que llega la comparsa de un caballero, del señó don Enrique Villega Véle. Hablamo de don Paco Alba, lo recordamo, pensamo en él, disimo que era maravilloso, pero el único que compitió con él de iguá a iguá y sigue toavía en la brecha es don Enrique que a sus ochentimucho tiene aún gana de piropeá a Cádi con su comparsa.
Onda Cádi llega tarde a la presentasión, pero nos da tiempo pa disfrutá de la serenata que le dedica el grupo a las ninfa. Una cansión de amó a la diosa con mucha armonía. Suena con dulsura. Suena a otros tiempo, tanto por la forma de cantá, suavito como sin queré molestá, como por la temática que seguro que hay alguna feminista que dise que es una antigüedá. Pero si le hisiéramo caso a las feminista iguá los hombre tendríamo hasta que fregá los plato en casa.
El tipo es una mescla entre un trovadó y un latinlover. Capa, una espesie de chaqué y unas solapa
Despué de escuchá el pasodoble uno se pregunta endonde está el Nachonal Yografi cuando hase falta, porque este pasodoble está en peligro de estinsión, es una espesie disna de protesión, es un lujo que nos permite recuperá un pasado que, en cuanto a pasodoble fue, sin duda, mejón. Un pasodoble suavesito, tierno. Una de las cosa má bonita que se pueden cantá y que el grupo canta con muchísimo gusto.
En el primero don Enrique reconose que lleva 70 año piropeando a Cádi y que, con esta edá, no tiene que engañarla ni engatusarla, que lo dise de corasón. El segundo a Marta del Castillo. Este es un poquito triste, pero es que ni escucho la letra. Me quedo con la música, la melodía, la armonía, la suavidá del quejío que má que un quejío es un lamento, lo controlaíto que está Carmelo en el contralto y la fuesa del finá. Una lesión de pasodoble pal que quiera y/o nesesite aprendé.
Otro estilo que, en este punto de los pasodoble, es mucho mejón que la mayoría de los astuale. Sin en cambio, al llegá los cuplé se demuestra que, en algunas cosa, bemo cambiao pa mejón. Cuplese de otros tiempo, sin grasia ninguna ni gana. El segundo, de hecho, es un homenaje a los pajero y Don Paco Alba en relasión con el cursillo de Estremadura.
En el pupurrí hay tanta poesía que debería está en una biblioteca ante que en un libro. El grupo demuestra que es perfesto pa hasé lo que está hasiendo porque nadie busca lusirse, hasé el gorgorito má grande, sino que les basta con cantá lo bien que han cantao.
Buena comparsa. Comparsa añeja con unos pasodoble de matrícula de honó y el resto, suavesito, sensillito, pero un poquito má flojo. De toas forma, no seré yo quien le dé lesione a un señó que tiene tanto que enseñarno a los aprendise de carnavalero, que a su lao semos tos.
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